Córdoba encierra más ciencia de lo que parece. La Astronomía está presente en la historia de la ciencia en Córdoba desde su época andalusí. El Planisferio de D. Francisco es una muestra extraordinaria de lo que decimos. Se encuentra en el techo de la actual Aula de Música y representa la esfera celeste, visible desde Córdoba, realizado en 1905 por el catedrático de Geografía e Historia D. Francisco Garrido Hidalgo, únicos en la provincia junto con el planisferio celeste del IES “Aguilar y Eslava” de Cabra.
Es una satisfacción para mí contar con la colaboración del compañero José Arias Gamarra, Profesor de Geografía e Historia en el I.E.S. “Luis de Góngora” Córdoba y autor del siguiente texto:
EL
PLANISFERIO CELESTE DEL I.E.S. “Luis de Góngora” de Córdoba
D. Francisco Garrido Hidalgo
(1843-1925) fue catedrático de Geografía e Historia en el Instituto “Aguilar y
Eslava” de Cabra (Córdoba) a finales del siglo XIX, pasando a principios del
siglo XX al Instituto Provincial de Córdoba, hoy IES “Luis de Góngora”. En
ambos dejó muestras de su entusiasmo por la astronomía, realizando, de modo
altruista, Planisferios celestes “por
puro placer y un mejor aprovechamiento de los alumnos”, atendiendo a las
recomendaciones del Congreso Pedagógico Hispano-Portugués-Americano de 1892 (IV
centenario del Descubrimiento), de crear bóvedas celestes para “mejorar la enseñanza de la Geografía
astronómica construyendo en las escuelas y cátedras grandes cúpulas, a fin de
representar en su concavidad el cielo estrellado, e imitar los movimientos
principales de la Tierra, de la Luna y de los planetas en torno del Sol y en
presencia de las estrellas, por modo tal, que los alumnos llegaran al
conocimiento directo e intuitivo de la constitución del Universo”. Al no
tener constancia de algo similar en otros Centros de enseñanza en toda España,
estos Planisferios se han convertido en patrimonio histórico singular de estos
dos Institutos.
En 1895 realiza el primer Planisferio en el Instituto de
Cabra. Pintado al óleo, en forma esférica de 3´30 metros de diámetro,
representa la vista desde Cabra del
cielo nocturno coincidiendo con el solsticio de invierno, la noche más larga
del año, como explica el propio autor en un texto firmado y rubricado por él.
Por traslado, en 1902, pasa al Instituto
Provincial de Córdoba donde permanecerá hasta acabar su vida docente en 1918. Aquí
realiza su segundo Planisferio en 1905. En la Memoria editada con motivo de la
Apertura del curso 1906-1907 se hace constar en el capítulo Aumento en el
material científico: “El Catedrático de
Geografía e Historia D. Francisco Garrido, con objeto de facilitar el estudio
de la Cosmografía a sus alumnos, ha hecho instalar en el techo del aula de
Geografía un gran firmamento cromático giratorio, trazado y construido bajo su
dirección y en él, que él mismo ha pintado, las constelaciones y nebulosas,
formando así una especie de mapa de cielo, donde están señaladas todas las
estrellas visibles a simple vista. Este aparato consistente en un gran casquete
esférico girable sobre un anillo donde están señalados los meses y días, lo ha
construido el autor para dar idea del aspecto que presenta el cielo en las
distintas épocas del año y ornamenta además mucho el local donde se ha
instalado. El Claustro ha dado las gracias a dicho catedrático por el trabajo
que ha realizado…”.
De mayores dimensiones que el
de Cabra, 4´80 metros de diámetro, en el borde exterior aparecen marcados los
meses con sus días y la ascensión recta; en el interior están señalados: el
ecuador celeste, la eclíptica, los puntos equinocciales, la declinación boreal
y austral, el circulo de las estrellas circumpolares (con la leyenda Círculo de las estrellas visibles
perpetuamente), el círculo de precesión (con la leyenda Círculo descrito por el Polo del Mundo en
25.765 años) aunque colocado a una latitud incorrecta para Córdoba, el ápex
solar (con la leyenda Punto hacia donde se
dirige el Sol). Los límites entre las constelaciones están representados
por líneas curvas, hay algunas cuya denominación no corresponde con la actual
pues la delimitación definitiva de las constelaciones no se hizo hasta 1830 por
la Unión Astronómica Internacional, bastante después de la realización de este
Planisferio. La magnitud de cada estrella se representa asignándole un número
determinado de puntas, esto ya aparecía en la obra de François Arago Astronomíe populaire, escrita a mediados
del siglo XIX que tuvo gran difusión al ser traducida a varios idiomas, por lo
que es posible que este planisferio de Córdoba esté basado en la lámina
correspondiente al cielo del hemisferio norte que aparece en la citada obra.
Contiene el Planisferio cuatro
textos. Uno, escrito en latín, firmado y rubricado, identifica al autor: “Yo soy el autor y yo he pintado con mis
propias manos este firmamento que contiene, en el horizonte de Córdoba, las
estrellas que se pueden contemplar a simple vista. Y lo he hecho sin esperar
recompensa alguna, sino por el puro placer de hacerlo y para un mejor
aprovechamiento de los alumnos. Córdoba
uno de Diciembre
de 1905. Francisco Garrido
Hidalgo”. Otro texto (Signos)
explica el tipo y magnitud de las estrellas por el número de puntas. Finalmente
otros dos textos (Nota e Indicación) explican el procedimiento a seguir para
conocer qué estrellas brillan en el cielo en cualquier hora de una noche del
año.
El pasado 12 de noviembre, coincidiendo
con la Semana de la Ciencia, se inauguró un Mural explicativo en el aula donde
está el Planisferio, para el mejor aprovechamiento didáctico de esta obra
excepcional, no solo por parte del alumnado sino también de la sociedad en general,
que debe ser la receptora de este singular y bastante desconocido patrimonio
cultural cordobés.
Con más de un siglo desde su elaboración, el estado de
los dos Planisferios del profesor Garrido exige una urgente limpieza que les
devuelva el cromatismo que tuvieron en su origen y que el tiempo ha oscurecido,
así como la restauración de diversas zonas dañadas. Hacemos un llamamiento a
nuestras instituciones para que, de modo inmediato, se lleve a cabo la
necesaria intervención por parte de especialistas y se proceda a la declaración
de Bien de Interés Cultural para estos Planisferios de los Institutos “Aguilar
y Eslava” de Cabra y “Luis de Góngora” de Córdoba.
También pueden disfrutar de información sobre el Planisferio en
Un auténtico lujo para la ciencia cordobesa en los albores del siglo XX.
Me siento muy orgullosa de mi bisabuelo Garrido, por su categoría humana e intelectual.
ResponderEliminar